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Para Karenia Piña la
nota roja se ha vuelto su estilo de vida
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Karenia Piña, reportera de El Gráfico. Foto: Alan Espinosa |
“Se
necesita ser aventada y sin miedos para cubrir la ‘nota roja’”
Ella es una de las dos mujeres que
laboran como reporteras de este tipo en El Gráfico.
Karenia
Piña, periodista de vocación y egresada de la Faculta de Estudios Superiores
Aragón, dedica ocho horas diarias de su vida a cubrir la “nota roja” para el
diario ‘El Gráfico’ en la ciudad de México. Una mujer de rasgos finos y con una
moda casual, se acomoda en el escritorio para responder las diversas preguntas
acerca de su vida como periodista.
El
deseo de ser periodista lo ha traído desde niña, pues desde la secundaria tenía
ese sueño; posteriormente ingresó a La Jornada como una observadora de la
redacción, le satisface sentir la adrenalina que se libera cada vez que tiene
que hacer su trabajo.
“Yo siempre dije, quiero escribir en un
periódico, nunca me interesó ni radio ni televisión, yo lo que quería era
escribir y reportear”.
Para
esta intrépida reportera, subirse a la moto, escuchar la frecuencia de radio de
la policía y estar pendiente a que caiga “el bueno”, hecho noticioso que podría
publicarse, son actividades que día a día realiza viendo de todo, descabezados,
violaciones o en el caso más común un atropellado, mencionó la periodista,
quien a aprendido a “separar” la parte humana de la laboral.
El
hecho de cubrir este tipo de eventos ha cambiado su modo de vivir, la
precaución se ha vuelto más común en su vida pues Karenia afirma que ahora sabe
cómo viene el crimen, prestando especial cuidado a la hora de tomar decisiones
y medidas en su vida diaria.
“Sí, te vuelves más precavida, …, no
tomo si voy a manejar, no dejo que manejen si toman, a la hora de estar en el
banco sé que me pueden seguir, etc.”
A pesar
del riesgoso trabajo que Karenia desempeña, no le ha impedido llevar una vida
plena y con su debida diversión pues para ella sólo hay trabajo ocho horas del
día, el resto es para uno mismo.
“Llevo una vida normal, me gusta salir
con mis amigos de fiesta, voy al cine, con mi novio (cuando tengo), practico Body combat o paseo a mi perro Anselmo”.
Al
referirnos a la experiencia adquirida en el ejercicio de su profesión Karenia
comparte la anécdota de su primer día como reportera:
“…el agresor tenía el mismo nombre de mi
hermano, lo que más me impactó fue que mi hermano no tiene un nombre muy común
se llama Adazae, entonces cuando pasan a presentar al homicida me quede
sorprendida como en mi primer día había un caso con un nombre tan familiar para
mi, creo que fue de buena suerte”.
Además
comenta que a pesar de haber estado cuatro años y medio en la escuela de
periodismo de la UNAM, no hay mejor experiencia y aprendizaje que el que se
adquiere en la calle a la hora de reportear algo real. Como todo ser humano
Karenia guarda cierta distancia a la hora de reportear, pues le desagradan los
casos en donde el involucrado es un niño.
“… guardo distancia en cuanto a los
niños, prefiero no verlos desde que una vez soñé a uno”.
Como
plan a futuro la periodista de El Gráfico menciona que después de cuatro años
laborando en este rubro le gustaría ‘emigrar’ a otro medio impreso, aunque su
inspiración para lo que es hoy fue La Jornada ella sabe que es un medio laboral
cerrado.
“Si pudiera elegir yo el medio en el que
publique, escogería Proceso o La Jornada
pero no es así de fácil, es un medio cerrado así que me iría al que me
acepten”.
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