miércoles, 21 de noviembre de 2012

Entrevista de perfil


·         Para Karenia Piña la nota roja se ha vuelto su estilo de vida

Karenia Piña, reportera de El Gráfico.
Foto: Alan Espinosa

“Se necesita ser aventada y sin miedos para cubrir la ‘nota roja’”
Ella es una de las dos mujeres que laboran como reporteras de este tipo en El Gráfico.




Karenia Piña, periodista de vocación y egresada de la Faculta de Estudios Superiores Aragón, dedica ocho horas diarias de su vida a cubrir la “nota roja” para el diario ‘El Gráfico’ en la ciudad de México. Una mujer de rasgos finos y con una moda casual, se acomoda en el escritorio para responder las diversas preguntas acerca de su vida como periodista.

El deseo de ser periodista lo ha traído desde niña, pues desde la secundaria tenía ese sueño; posteriormente ingresó a La Jornada como una observadora de la redacción, le satisface sentir la adrenalina que se libera cada vez que tiene que hacer su trabajo.

“Yo siempre dije, quiero escribir en un periódico, nunca me interesó ni radio ni televisión, yo lo que quería era escribir y reportear”.

Para esta intrépida reportera, subirse a la moto, escuchar la frecuencia de radio de la policía y estar pendiente a que caiga “el bueno”, hecho noticioso que podría publicarse, son actividades que día a día realiza viendo de todo, descabezados, violaciones o en el caso más común un atropellado, mencionó la periodista, quien a aprendido a “separar” la parte humana de la laboral.

El hecho de cubrir este tipo de eventos ha cambiado su modo de vivir, la precaución se ha vuelto más común en su vida pues Karenia afirma que ahora sabe cómo viene el crimen, prestando especial cuidado a la hora de tomar decisiones y medidas en su vida diaria.

“Sí, te vuelves más precavida, …, no tomo si voy a manejar, no dejo que manejen si toman, a la hora de estar en el banco sé que me pueden seguir, etc.”
A pesar del riesgoso trabajo que Karenia desempeña, no le ha impedido llevar una vida plena y con su debida diversión pues para ella sólo hay trabajo ocho horas del día, el resto es para uno mismo.

“Llevo una vida normal, me gusta salir con mis amigos de fiesta, voy al cine, con mi novio (cuando tengo), practico Body combat o paseo a mi perro Anselmo”.

Al referirnos a la experiencia adquirida en el ejercicio de su profesión Karenia comparte la anécdota de su primer día como reportera:

“…el agresor tenía el mismo nombre de mi hermano, lo que más me impactó fue que mi hermano no tiene un nombre muy común se llama Adazae, entonces cuando pasan a presentar al homicida me quede sorprendida como en mi primer día había un caso con un nombre tan familiar para mi, creo que fue de buena suerte”.

Además comenta que a pesar de haber estado cuatro años y medio en la escuela de periodismo de la UNAM, no hay mejor experiencia y aprendizaje que el que se adquiere en la calle a la hora de reportear algo real. Como todo ser humano Karenia guarda cierta distancia a la hora de reportear, pues le desagradan los casos en donde el involucrado es un niño.

“… guardo distancia en cuanto a los niños, prefiero no verlos desde que una vez soñé a uno”.

Como plan a futuro la periodista de El Gráfico menciona que después de cuatro años laborando en este rubro le gustaría ‘emigrar’ a otro medio impreso, aunque su inspiración para lo que es hoy fue La Jornada ella sabe que es un medio laboral cerrado.

­“Si pudiera elegir yo el medio en el que publique, escogería Proceso o La Jornada pero no es así de fácil, es un medio cerrado así que me iría al que me acepten”.

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